¡Cuánta falsedad! ¡Cuánta hipocresía! A mi me dijiste, que tu no lo querías.
Cuántas veces sentí que mi mundo se venía abajo, que no me querían de verdad. Cuántas lágrimas habré derramado por esa desilusión, por mis desamores. Pero aquí sigo, me caí, pero me levanté con más fuerza. Pensé que nunca más me iba a volver a enamorar, tenía miedo de entregar mi corazón, pero soy tan débil que no lo puedo evitar. Me ilusiono rápido y me enamoro con mucha facilidad. Soy tan susceptible a que me lastimen porque doy todo de mí, me entrego por completo. Lamentablemente, todavía no he aprendido. Y siento que me estoy cayendo, una vez más siento que muero, que ya nada tiene sentido, que no quiero volver a querer. Porque si para saber lo que es querer, tengo que sufrir lo que estoy sintiendo, prefiero no hacerlo. Tengo miedo, y es que me duele, me duele demasiado; tanto que no aguanto este dolor. No sé que hacer, qué pensar. Siento que me muero, que me arrancan el corazón. Y es que aún no aprendo a jugar con el amor. ¿Por qué para ellos es tan fácil? ¿Por qué no les importa lo que uno pueda sentir? ¿Por qué tienen que ser tan egoístas, pensar solo en sí? ¿Y yo, qué? ¿Dónde quedan mis sentimientos? Me siento mal, ya no le veo sentido a mi vida, siempre es lo mismo, una vez más la historia se repite. Y me pregunto yo, ¿será que algún día encontraré la persona ideal? ¿Cuántas veces no pensé haberlo hecho antes? ¿Y cuantas me equivoqué? Tengo miedo de volver a querer, de aceptar que estoy enamorada y que quizás sea un error más. ¿Cuántos desamores tendré que pasar? Tengo miedo de que me hagan sufrir una vez más, porque no sé si mi corazón tenga la suficiente fuerza para aguantar una desilusión más...
Esta noche soñé con tu amor, y no pude evitar sonreír.

El recuerdo guardado quedó,

tan fuerte en mi ser y en mi corazón.
Hoy nuestro amor fracasó;
yo no pretendí que llegue a su fin.

Sabes bien que yo en verdad te amé,

pero nunca vi caer la flor que se marchitó,

el sueño que un día soñamos los dos.

Se que moriré por tu amor,

antes que entiendas que fuiste lo más dulce, lo más triste.

Para bien o para mal ya se escribió. Para bien o para mal ya se archivó. Para bien o para mal se nos fugó. Con tu historia y mis antojos, con tu llave y mis cerrojos, para bien o para mal se terminó. Con tu amor tan disfrazado, mis mentiras, tus inventos. Con tu odio enamorado, y el reloj matando el tiempo. La pasión en decadencia, la emoción en bancarrota sufrirá la descendencia las infamias de tu boca.
Por que yo he ido más allá del límite de la desolación, mi cuerpo, mi mente y mi alma ya no tienen conexión.
Duda si andar por la calle o entrar en un bar a probar fortuna, ya está sentada en su mesa de pool y en la mira su próxima presa, ¡pobre del desprevenido que no se esperaba una de esas!
Te arrepentirás de haberme conocido, porque hoy, me declaro tu peor enemigo.
Se supone que por tí no sienta nada, que el pasado no me pesa ya. Se supone que es muy fácil repetir que bien me va, aunque muy dentro me esté muriendo. Se supone que fué mejor separarnos, que la vida debe continuar. Se supone que ya no me importe quién te besará, esa es mi pena; por suponer que te podría olvidar. Suponer suponer, todo suponer; por suponer así me fué.

Duele que tu voz no diga te amo. Duele que te vas de mis manos. Porque eres algo imposible de detener. Duele que mi recuerdo este en pasado. Que te olvides de los besos dados. Duele ver un amor convertido en amistad. Ríes y dices frases que algo tratan de ocultar. Busqué la manera de volverte a enamorar. Ya no hay esperanzas. Vivimos por mundos diferentes. El camino ha desaparecido. Es imposible regresar. Daría mi vida por ti . Este amor es grande, no desea verte sufrir. Daría todo lo que tengo. Y lo que no tengo lo encontraría. Porque mi vida es dolor si no estás. No tengo ilusiones. Las cosas que hago son para esperar. Duele que no vas a regresar. Duele darte mi amor sin ser correspondido. Estar en un invierno que es mas frío. Duele que no reciba de tu cuerpo ese calor. Que no tiembles al escuchar mi voz. Que tus ojos no brillen al verme llegar. Duele que de ti, solo halla amistad.

¡Por que vos sos la perfección!

Y soy ese espejo que no ves, 
que muestra tal vez mi realidad.
No busques a otra, la otra no está;
Soy yo la que te mira, 
soy yo la que buscas.
 

Gastón Perfección Dalmau.