Esta noche soñé con tu amor, y no pude evitar sonreír.

El recuerdo guardado quedó,

tan fuerte en mi ser y en mi corazón.
Hoy nuestro amor fracasó;
yo no pretendí que llegue a su fin.

Sabes bien que yo en verdad te amé,

pero nunca vi caer la flor que se marchitó,

el sueño que un día soñamos los dos.

Se que moriré por tu amor,

antes que entiendas que fuiste lo más dulce, lo más triste.

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Y soy ese espejo que no ves, 
que muestra tal vez mi realidad.
No busques a otra, la otra no está;
Soy yo la que te mira, 
soy yo la que buscas.
 

Gastón Perfección Dalmau.