¿Conocerte fue casualidad? ¿O causa del destino?
Gracias cada detalle, por pequeño que parezca,
las almas separadas por el cuerpo necesitan estar cerca.
Tu aura me da vida, te agarraré la mano si duermes y la dejas caída.
Mi mirada sigue la perfecta forma de tus labios,
no imaginas que sentí el primer momento tras rozarlos.
El orgullo puede a la razón de ambos,
mataría por ti, moriría por ti, puedo demostrarlo.

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Y soy ese espejo que no ves, 
que muestra tal vez mi realidad.
No busques a otra, la otra no está;
Soy yo la que te mira, 
soy yo la que buscas.
 

Gastón Perfección Dalmau.